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Serpientes de oficina

Una serpiente de plástico es más que suficiente para gastar una broma. Uno simplemente debe buscar una buena ubicación y asegurarse de que la víctima se va a encontrar de sopetón con la sorpresa. En este caso optan por el método "uy, se me ha caído algo al suelo, ¿podrías recogerlo?" que resulta bastante efectivo.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

es que hay que ser malo para gastar esas bromas, jaja. muy bueno.

Bender dijo...

Jaja, qué risa con la última, que pasa de ser la cegata a ser la histérica.

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