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Chistes cortos

- Doctor, me siento mal, todo me da vueltas... Además, me arde el corazón.
- Mire, señora, en primer lugar no soy doctor, soy barman; en segundo lugar usted no está enferma, está borracha; y en tercer lugar, no le arde el corazón, tiene un pecho en el cenicero.

Esto es un hombre que va por la calle y se encuentra una lámpara, la coge y piensa en voz alta:
- ¡Anda, una lámpara! Y pensar que en los cuentos la frotas, sale un genio y pides un deseo...
Acto seguido aparece un genio, el hombre todo sorprendido le pregunta:
- Oiga, ¿usted cumple deseos como en los cuentos?
- Sí, dígame uno y se lo concederé de inmediato.
- Quisiera estar siempre sano, que nunca me pusiera enfermo.
- Pues a partir de este momento acaba usted de hacerse autónomo.

¿Qué le dice un elefante a un camello?
- Elefante: ¿Por qué tienes las tetas en la espalda?
- Camello: ¿Y tu por qué tienes el pene en la nariz?

- ¿Sabes cuál es la diferencia entre el papel higiénico y las cortinas de baño?
- No.
- ¡Ajá, entonces fuiste tú!

- Hola ¿está Agustín?
- No, estoy incomodin.

No son malos los chistes...

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado el del camello jajajajaja

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