12 excusas irrisorias para no ir al trabajo
1. Fui envenenado por mi suegra.
2. Un búfalo se escapó de una reserva cercana y no pude salir de casa.
3. Una mofeta ha entrado en mi casa y ha esparcido su mal olor por todos mis trajes.
4. Estoy triste.
5. No puedo ir a trabajar porque mi esposa me ha dicho que aún tengo que terminar algunas tareas del hogar.
6. Una de las paredes de mi casa se cayó durante la noche.
7. Mi madre ha sido encarcelada.
8. Mis caballos se han escapado.
9. Mi perro se comió el abono transportes.
10. Sufrí un severo caso de hipo.
11. Me rompí la pierna mientras, estando borracho, hacía snowboard en el techo de mi casa.
12. Me he sonado la nariz tan fuerte que se me ha salido la espalda.
Todas estas excusas son reales como la vida misma. Éstas y algunas otras fueron publicadas hace un par de años por el portal Carreerbuilder con las respuestas que directivos de diferentes empresas dieron a la pregunta sobre cuáles eran las excusas más ridículas de sus trabajadores para no ir a trabajar que recordaban.
8 comentarios:
Jajaja gracias por el aporte!! Siempre es bueno tener estas excusas a mano XD
Bueno depende del trabajo o mejor dicho del jefe :P
jajaja... bueno, pero.. eso de que son reales no se yo, no se yo...
'Me he sonado la nariz tan fuerte que se me ha salido la espalda', que se le ha salido, por la nariz!? jeje
Ésa es tremenda Geryko xD De las 12 es mi preferida, por eso la puse la última. Cosas -y exusas- peores se han visto.
Saludos a tod@s.
He usado excusas en mi vida para no ir a trabajar, pero estas...
Las tendré presentes para la próxima oportunidad que no quiera ir al curro.
Ola!!
He encontrado tu blog y me ha gustado, así que me seguire pasando.
De paso he apuntado algunas escusas ;) jeje.
Adeu bss!
http://julietysumundo.blog.com/
Pasate!
Sin miedo, es casi mejor que no las tengas en cuenta :)
Gracias anónimo. Preferiría que la próxima vez utilices un nick apuntando directamente a tu blog.
Cualquiera de estas le hubiera servido a un antiguo compañero de trabajo que hasta perdí la cuenta de las veces que fue al entierro de su abuela.
La verdad es que cuesta creerlas.
Saludos.
Esta anónima era yo, que no ha salido mi nombre...
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