¿En tu casa o en la mia?

Además de caracterizarse por ser un genial escritor, George Bernard Shaw era también un hombre de bastante mal genio al que no le gustaban absolutamente nada las reuniones sociales a las que continuamente era invitado por las damas ociosas de Londres.
A pesar de que siempre declinaba la invitación, muchas mujeres seguían invitándole, atraídas por el prestigio de recibir en sus casas al famoso escritor.
Se cuenta que un día, mientras estaba terminando una nueva obra teatral, recibió una carta de manos del criado de una de estas damas. Al abrir el sobre, Shaw leyó lo siguiente:
"Lady X (aquí el nombre de una importante señora) comunica al Sr. George Bernard Shaw que permanecerá en su residencia desde las 7 pm. en adelante".
Ni corto ni perezoso, le dio vuelta a la hoja, escribió en el reverso una rápida respuesta, le entregó la carta al criado y volvió a encerrarse en su habitación.
Cuando el criado entregó de vuelta el papel a la señora, ésta pudo leer en el reverso lo siguiente:
"George Bernard Shaw comunica a Lady X que hará exactamente lo mismo".
Era un tipo duro...

(Vía e-mail) Tags: anecdota George Bernard Shaw