Suscríbete directamente al feed del blog

Imagenes a pie de calle (IX)

Había una vez una mujer que tenía una ilusión: tener un pavo real. Lamentablemente nunca pudo tener uno, pero sí un perro. Aquí tenéis una foto de la señora en cuestión posando con su resignado can.

(Podéis hacer click sobre las imágenes para verlas a mayor tamaño)

Había también una vez un empresario chino interesado en que los extranjeros pudieran saber qué es lo que vendía, o al menos que conocieran el nombre de su establecimiento. El problema es que el hombre no sabía inglés, así que recurrió a un traductor online. Éste fue el resultado...

Por si no fuera suficientemente frustrante su incapacidad para pillar al correcomanios, el coyote jamás podría utilizar su tarjeta de crédito en esta gasolinera andaluza.

Por último, un examen de conducir con trampa, para desesperar o poner un poco más nerviosos si cabe a los que se presentan. ¿La distancia de frenado disminuye o aumenta?


Tags:

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena la del empresario chino, pero la del pobre perro, ¿es real?... la gente está muy mal del tarro, ya que de por sí nunca me gustaron los caniches, no te cuento con esa pinta, claro que no es culpa suya...

SALUDOS!

Anónimo dijo...

La del empresario chino es la monda y como dice Carlos pobre perro.

Un saludo.

Turi dijo...

Sí es real, para desgracia del perro.

Saludos.

Carrusel de spots