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Aunque parezca mentira es verdad (XXII)

Llama a la policía porque su sándwich no tenía salsa. El protagonista de esta historia, Reginald Peterson, entró en una sandwichería de Arlington y pidió dos sándwiches. Cuando observó que a uno de ellos no le habían puesto la salsa qe debía llevar llamó directamente a la policía. Pasados quince minutos y viendo que por allí no se personaba ningún agente volvió a llamar. Cuando los agentes por fin se presentaron en el establecimiento intentaron calmarle y explicarle sin éxito el correcto uso de los servicios telefónicos para emergencias, así que finalmente le arrestaron. Resultó además que el hombre el hombre tenía antecedentes por, entre otras cosas, robo.

La siguiente historia es bastante más seria y a mí personalmente me impactó bastante cuando la leí en Meneame -puedo asegurar sin miedo a equivocarme que es la más fuerte de todas a las que he hecho referencia en el blog hasta ahora-. Un señora adicta a las drogas (en el artículo de The New Yorker sólo dan su inicial, M) cotrajo el virus del SIDA por utilizar una aguja infectada. Como enfermedad oportunista al sida posteriormente desarrolló un excesivo picazón en la región derecha de su cabeza que, unido a un trastorno obsesivo compulsivo y Tricotilomanía, hacían que se rascara continuamente y de forma incontrolada mientras estaba en la cama, hasta tal punto que llegó a perforarse el cráneo. Tras probar distintos procedimientos se curó, aunque le quedaron secuelas, durmiendo con las manos atadas y un casco de fútbol americano.

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3 comentarios:

Mona Van Ana dijo...

ah no mams! eso de la señora!!! Me imagino todo lo q se razcooo....ingesu...

Wow me gustó tu blog!! Ya estoy esperando por tu prox post!

SALuDOS

Turi dijo...

Gracias Mona. No pasará mucho tiempo hasta la próxima entrada :)

Un saludo.

Anónimo dijo...

Es impresionanate lo de la señora, que horror cuano le picaría para haberse perforado el craneo.

Un saludo.

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