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La triste realidad de los becarios

Aunque este chiste -todo un clásico- se refiere a los ingenieros, probablemente también se sientan ideficados con él aquellos que estén o hayan estado trabajando alguna vez como becarios. Tiene muchas variantes, basta con cambiar el tercer párrafo.

Un tipo volaba en globo, cuando de pronto se percata de que estaba perdido; maniobra y desciende un poco. Entonces divisa a un hombre en la calle y le grita:

"Disculpe, ¿podría usted ayudarme?. Prometí a un amigo que me encontraría con él a las dos, llevo media hora de retraso y no se dónde estoy..."

"Claro que puedo ayudarle. Usted se encuentra en un globo de aire caliente, flotando a unos 30 metros de altura entre los 40 y los 42 grados de latitud Norte, y entre los 58 y los 60 grados de longitud Oeste".

"¿Es usted ingeniero?", pregunta el del globo.

"Sí, señor, lo soy. ¿Cómo lo supo?"

"Porque todo lo que usted me ha dicho es 'técnicamente' correcto, pero 'prácticamente' inútil".

"Y usted debe ser un Jefe, ¿verdad...?", contesta el informático.

"En efecto, lo soy. Pero, ¿cómo lo supo?"

"Muy fácil: no sabe ni donde está, ni para donde va... Hizo una promesa que no tiene ni idea de como cumplir y espera que ahora otro le resuelva el problema. De hecho, está exactamente en la misma situación en que se hallaba antes de encontrarnos... pero ahora, por algún motivo, resulta que... ¡la culpa es mía!"

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

jeje, que bueno... y creía que me sabía todos los chistes de ingenieros. saludos.

Anónimo dijo...

Muy bueno, todos los jefes son iguales.

Micalet dijo...

Madre mía, cuanta verdad hay en ese texto.

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