Racion de chistes
- ¡Abordar el barco! -ordenó el capitán-. Y el barco quedó muy bonito.
- ¡Mira, una piedra preciosa!
- Pero si es un ladrillo.
- Ya, pero a mí me gusta.
En el ejército:
- ¡Tiraos a tierra!
- Y Tierra quedó embarazada.
Un agente de la ley para a un conductor:
- Disculpe caballero, ¿no ha visto usted el semáforo? Estaba en rojo...
- Lo siento agente... soy daltonico.
- ¿Y qué pasa, que en Daltonia no hay semáforos?
Un señor entra corriendo en una farmacia:
- ¡Rápido, deme algo para la diarreaaa!
El farmacéutico, nerviosísimo, le da unas pastillas y el hombre se las toma y se va. El farmacéutico se percata poco después de su error y cuando 2 horas después llega de nuevo a la farmacia el diarreico le dice:
- Disculpe señor, pero con las prisas en lugar de un antidiarreico le di un potente tranquilizante. ¿Cómo se siente?
-Cagado hasta los huevos, pero ya no me importa.
- ¡Todos al cuarto de máquinas!... y Máquinas tuvo que dormir en el pasillo.
8 comentarios:
Jaja, pobre Máquinas!!
Saludos!
Deberían detenerte por el segundo chiste XD. Los demás están muy bien, como el primero. Si, ya sé que podría ser un chiste malo, pero el humor es así de relativo.
jaja me quedo con el del ladrillo y el del poli... xD
Míralo por el lado bueno Ulyses, al menos son chistes cortos. Peores son los que parece que nunca van a acabar y además son igual de malos :)
Un saludo a tod@s.
Me quedo con el del señor de la diarrea.
Un saludo.
Jajajajaja! Yo igual que Jenny... me quedo con el del señor de la diarrea...
aunque todos son muuuuuuuuy buenos!
Saludos Turi.
Estos chistes cortos son los mejores, simples y divertidos.
Yo también me quedo con el del ladrillo.
lo breve y bueno doblemente bueno
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