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Un fugitivo se entrega porque estaba harto de la comida de su madre

Eriomar Nogueira, de 35 años, se había escapado de la cárcel de Taubaté, en el estado brasileño de San Pablo, pero, tras pasar un tiempo refugiado en casa de su madre, decidió volver a prisión alegando que estaba pasando necesidades y se había cansado de la comida de su progenitora. Debía estar realmente desesperado, porque no le importó recorrer a pie parte de los 2.000 kilómetros que separaban la casa de la cárcel ya que, al no pesar sobre él orden de busca y captura, en las comisarías se negaban a arrestarle. En la cárcel directamente alucinaron al verle y, sobre todo, al escuchar las razones por las que había decidido volver.

(Vía Fresqui) Tags:

4 comentarios:

MISIFU dijo...

Muy bueno...

A mi me paso más o menos lo mismo..

No por la comida pero..

Muy cómico!

Anónimo dijo...

Los humanos sois de lo que no hay...

El imperio cactáceo pondrá a cada ser en su sitio

Saludos desesperaos

TCC

Anónimo dijo...

En la cárcel alucinaron, pero yo también ahora que acabo de conocer la noticia.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Menudo tío!!! o mejor dicho menuda madre!!! como cocinaría???

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