Leyes inexorables

Ley de mecánica de Loren:
Cuando tengas las manos llenas de grasa, te comenzará a picar la nariz.

Ley del destino:
La única vez que la puerta se cierra sola es cuando has dejado las llaves dentro.

Ley de Fant:
Cuando necesites abrir una puerta con la única mano libre, la llave estará en el bolsillo opuesto.

Ley de Seguros de No pay:
El seguro lo cubre todo, menos lo que te sucedió.

Segundo Corolario de Chisholm:
Cuando las cosas parecen ir mejor, es que has pasado algo por alto.

Ley de la persistencia de Einstein:
Los problemas ni se crean, ni se resuelven, sólo se transforman.

Ley meteorológica de Reynold también conocida como Principio de Llongueras:
La velocidad del viento aumenta proporcionalmente al precio del peinado o al tiempo invertido en hacerlo.

Principio de Ring a Bell:
Llegarás corriendo al teléfono justo a tiempo para oír como cuelgan.

Ley de Ooh Shit:
Todo cuerpo sentado en el inodoro hará sonar el timbre de la puerta.

Ley de Queco Jones o de la competencia atroz:
Si sólo hay dos programas en la tele que valgan la pena ver, serán a la misma hora.

Principio de Dialer:
Siempre que te vayas a conectar a Internet, se producirá la llamada que habías estado esperando durante todo el día.

Ley de Soup:
La probabilidad de que te manches comiendo es directamente proporcional a la necesidad que tengas de estar limpio.

Ley de Omay God:
Todo cuerpo sumergido en la bañera hará sonar el teléfono.

Ley de la fatalidad irreversible:
Cuando tras años de haber guardado una cosa sin usarla decides tirarla, no pasará más de una semana que la necesites de verdad.

Principio de Delay:
Siempre que llegues puntual a una cita no habrá nadie allí para comprobarlo, y si por el contrario llegas tarde, todo el mundo habrá llegado antes que tú.

Teorema de la seguridad absoluta:
No te tomes tan en serio la vida, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella.

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